Blogia
diariodeunperiodistaenamorado

Charly, in memoriam

Buenas noches a todos, me permito regresar a mi blog con un aire de tristeza. Hoy nos dejó Carlos Llamas, el periodista de la SER, de esa Hora 25, cuya sintonía retumba cada día en millones de hogares. Le conocí antes de que yo fuera becario de la SER. No es que fuera amigo mío, pero era un tipo cercano. Siendo yo un estudiante, cateador, de segundo de carrera, fui a un curso de verano de la SER, y alli se hizo en directo Hora 25, no habia manera de volver a Madrid, y Carlos me dijo, vete con Carnicero en su coche, allí empezamos a hablar y me mandaron a decirle al entonces jefe de informativos de la SER que de parte de Carnicero tenía que verme para darme unas prácticas. Corría julio de 1998. En mayo del 99 entré como becario en la SER en el turno de noche y al entrar nosotros  iban de salida los de Hora 25, siempre había comentarios de Charly con nosotros, con los becarios. Él fue la primera persona relevante que entrevisté; no puso problemas, gracias a esos minutos hice un buen trabajo que me salvó el culo en la asignatura de Redacción Periodística. Guardo esa entrevista en papel.  Siempre buenas palabras para nosotros, hasta cuando te lo encontrabas por la calle, y saludaba a un simple becario que hacía un año ya no estaba en la SER.

Era un tio afable, con esa garganta que decía verdades como puños, que  tanto dolía cuando eran ostias a nuestra tendencia política, y tan divertidas cuando eran con el Partido Popular. Yo creo que mi lema de "Aznar escucha, la SER está en la lucha", lo acuñé gracias a escuchar tantos programas de Hora 25.  No era un periodista de trinchera, de partido, pero sí que era atrevido osado. Sin tapujos. Recuerdo su impecable hora 25 tras los atentados del 11-M, curiosamente vilipendiado por los medios palmeros del PP, los que tantas veces quieren dar lecciones de periodismo,  y a los que, un servidor, con una cerveza en la mano, podría ponerles la cara colorada de cómo manipulan, encima sin clase, y echan mierda con un ventilador, que algún día les salipará hasta hacerles que todos ellos sean un fango, un fango de vergüenza. No tengo la clase de Charly, ni su experiencia, ni su voz, pero si el amor por la verdad, por un mundo mejor. Sí tengo su mismo amor, el amor por la radio, por el periodismo. Por la verdad. Descanse en paz.  

0 comentarios